DE LA MANO
Habían hecho un pacto, saltar al vacío, juntos.
De la mano. Llegado el día, él no pudo permitir que ella lo siguiera en su
locura, y decidió hacerlo solo. Cuando ella despertó esa mañana, él ya se había
ido. Mientras leía la carta que le dejó, recibió la visita policial.
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