domingo, 25 de mayo de 2014

SIETE

Siete. Vio a su padre agarrándose la cabeza, y su expresión de sorpresa. Ocho. Aunque veía nublado, distinguía el brillo de las lágrimas de su novia. Nueve. Sentía los gritos de su hermano por sobre los demás y quiso levantarse. “¡Out!”, dijo el árbitro, y dio fin a la pelea.

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