INFALIBLE
Las seducía de manera explícita, directa, casi
mecánica. Desde la primera mirada su triunfo estaba asegurado. Las atraía, las
deslumbraba, y sus ojos claros hacían el resto. Conquistar era su arte, por lo
que jamás estaba solo. Su maniobra era tan certera e infalible que nunca pudo
conocer el amor.
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