jueves, 24 de abril de 2014

PARANOIA

No lo había advertido, un hombre escondido tras un gran periódico me seguía, seguramente desde que salí. No sé cuál sería su intención. Entré al primer bar que encontré, pero allí me esperaba otro, disimulando también su mirada con otro diario. Estoy cercado. Ahora es el mozo quien me mira.

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