domingo, 12 de octubre de 2014

INSTINTO MUSICAL

Como cada domingo, el viejo blusero recaudó en su esquina lo suficiente como para medio pollo al espiedo, una ensalada y un vaso de vino. Pero esta semana también resignó la cena. Necesitaba una nueva armónica, y su instinto musical siempre fue más potente que las quejas de su estómago.

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